El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de la ansiedad.
La característica esencial del TOC es la presencia de obsesiones o compulsiones de carácter recurrente lo suficientemente graves para provocar pérdidas de tiempo significativas (p.ej., el individuo dedica a estas actividades más de 1 hora al día) o un deterioro de la actividad general o un malestar clínicamente significativo.
En algún momento del curso del trastorno el individuo reconoce que estas obsesiones o compulsiones son exageradas o irracionales.
Las obsesiones se definen como ideas, pensamientos, impulsos o imágenes de carácter persistente que el individuo considera intrusas e inapropiadas y que provocan una ansiedad o malestar significativos. El individuo es capaz de reconocer que estas obsesiones son el producto de su mente y no vienen impuestas desde fuera.
El individuo que tiene obsesiones intenta con frecuencia ignorar o suprimir estos pensamientos o impulsos o bien neutralizarlos mediante otras ideas o actividades (es decir, compulsiones).
Las compulsiones se definen como comportamientos (p.ej., lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (p.ej., rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter recurrente , cuyo propósito es prevenir o aliviar la ansiedad o el malestar, pero no proporcionar placer o gratificación. En la mayoría de las ocasiones la persona se siente impulsada a realizar la compulsión para reducir el malestar que lleva consigo una obsesión determinada o bien para prevenir algún acontecimiento o situación negativos.